La adicción a las redes sociales va en aumento y es cada vez más preocupante, sobretodo en los adolescentes. La generación Z , los verdaderos nativos digitales que ya han nacido en plena era de las tecnologías, son capaces de utilizar hasta cinco dispositivos a la vez. El 45 % de los adolescentes españoles está permanentemente conectado a la red (instagram, tik-tok, etc) . ¿Cómo saber si nuestros adolescentes han desarrollo una adicción a las redes sociales? ¿Cuándo debemos empezar a preocuparnos?
Los jóvenes que pasan más de dos horas al día en redes sociales son más propensos a sufrir problemas de salud mental, sobretodo ansiedad y depresión, según un estudio realizado por la Royal Society of Public Health y la Universidad de Cambridge de 2017.
La adicción a las redes sociales, sobretodo entre la gente joven, es desde hace unos años un tema de estudio. Se habla de FOMO que en inglés significa » fear of missing out». Es un miedo que consiste en pensar que se está perdiendo algo importante, una fiesta de amigos, un evento nuevo, una experiencia interesante, y esto lleva a una necesidad compulsiva de estar siempre conectados. Como si al no estar conectados fuera a pasar algo en la red de lo cual no se va a poder disfrutar.
Este estar permanentemente conectado hace que se desconecten de lo que pasa en la vida real. Es decir que cuando están con amistades o familiares , en vez de estar con ellos, están pendientes del móvil y de lo que ocurre en la red o si se está realizando una tarea cualquiera, la mente está conectada a las redes en lugar de estar concentrado en lo que se está haciendo.
El estar constantemente conectados les puede llevar a abandonar tareas que les gustan, como quedar con familiares o amigos, hacer deporte, etc. El punto en que debemos preocuparnos es justamente cuando la persona deja de hacer cosas que antes hacía. Un o una adolescente que deja de quedar con los amigos y no quiera salir de casa está dando indicadores de que algo no anda bien. También reducen su actividad física y se muestran más irritables, teniendo problemas para conciliar el sueño.
El estar pendiente de las redes sociales también les puede llevar a compararse con los demás y pensar que los demás tienen una vida más atractiva que la suya, ya que en las redes sólo se enseña lo bueno y pueden sentir envidia, afectando estos sentimientos a su autoestima. (Si quieres leer más sobre la autoestima puedes clickar en el siguiente enlace https://antoniaguerreropsicologia.com/wp-admin/post.php?post=1385&action=edit&lang=es
Todos estos síntomas pueden ir empeorando y acabar produciendo ansiedad y depresión. No se trata de asustar a nadie, pero si conocéis un o una adolescente que véis que se encierra en el mundo de las redes sociales y deja de mostrar interés por cosas que antes le interesaban, es el momento de hablar con él o ella de lo que le está pasando.